Equipo "Investigación Fumero"
Prácticamente desde el inicio de su investigación, Pedro Fumero, empezó a difundir sus hallazgos en la redes sociales con el fin de divulgar este caso histórico, el cual se encontraba sin resolver y casi olvidado.
Previamente, intentó pero sin éxito, recibir el apoyo por parte de universidades e instituciones canarias y así realizar un estudio exhaustivo de la Casa Winter.
La ayuda llegó precisamente, de la gente que descubría la labor de Pedro al visitar la mansión o a través de internet, los cuales le contactaban para compartir con él lo que sabían y ayudar en lo que podían.
Pedro, había creado de repente, una red de informantes y colaboradores que se extendía por países de toda Europa.
Desgraciadamente, no todos se acercaron a él de manera desinteresada. Algunos, simulando cooperar, solo pretendían extraer información para luego utilizarla en sus publicaciones, ocultando la labor de Pedro y otorgándose a ellos mismos todo el mérito.
Además, Pedro tuvo que soportar el hecho de ser estafado económicamente. En una ocasión, ciertas personas se ofrecieron a ayudarle a realizar una recaudación con el sistema “crowdfunding”, a fin de que la gente pudiera colaborar con los costes de mantenimiento e investigación de la Casa Winter. Sin embargo, descubrió con sorpresa, que los supuestos ayudantes habían desaparecido con todo el dinero recaudado.
Pedro Fumero en el sótano de la Casa Winter. Foto: Graciela Rosales.
A pesar de ello, no todo era negativo. Cada día, Pedro conseguía más repercusión mediática, y el número de personas que le mostraban su apoyo no cesaba de aumentar. A sus colaboradores más comprometidos, los bautizó como: “El Equipo de Investigación”. Entre ellos, son dignos de mención: Jose, Noelia, Paco, los Fernandos, Jordi, Santiago, Yeray, y Estrella. Todos ellos prestando su ayuda en forma de búsqueda de información, de brazos para trabajos físicos, o de apoyo en situaciones difíciles.
En 2016 se unió al equipo Darwin Vidal, ingeniero español afincado en Alemania, quién descubrió la historia de Pedro por casualidad durante unas vacaciones en Fuerteventura.
Aficionado a la historia, Darwin quedó fascinado con la obra que Pedro estaba desarrollando, y enseguida sintió un enorme deseo de colaborar con él. A su vez, Pedro también requería de alguien que pudiera viajar y recolectar datos archivísticos donde fuese necesario.
Durante estos años se ha realizado una intensa búsqueda de documentos en archivos locales, provinciales, militares, estatales y privados de diversos países como España, Alemania, Suiza, Austria, Bélgica, Portugal, Francia e Inglaterra.
Además de consultas realizadas electrónicamente a países como Argentina, Estados Unidos y Rusia.
Se han recorrido miles de kilómetros para visitar los lugares más representativos de la biografía de Gustav Winter, y buscar allí cualquier rastro de información existente.
Todo este esfuerzo ha dado sus frutos, llegándose incluso a conseguir permiso del consejo de estado francés para acceder a documentos gubernamentales aún no desclasificados.
Los resultados obtenidos han sido sumamente reveladores, y nos enorgullece poder darlos a conocer en breve.
Ya adelantamos, que en ocasiones, las leyendas no están tan alejadas de la realidad…
Darwin Vidal y Pedro Fumero con la Casa Winter de fondo. Foto: Graciela Rosales.