El “Agosta” es uno de los cuatro submarinos que tenía Gustav en su poder.

Se trataba de un submarino francés que el ejército nazi había capturado como botín de guerra en el puerto de Brest. Los franceses lo habían hundido antes de huir para que así, las fuerzas de ocupación alemanas no lo pudieran utilizar.

Pero la Wehrmacht lo reflotó de nuevo con la idea de repararlo. Winter compró en 1942 este submarino junto con otros numerosos navíos al ejecito germano, todo por un precio muy competitivo gracias a sus buenas relaciones con el alto mando alemán. Nuestro estudio recoge todos los detalles de este sorprendente contrato de compra-venta y de todas las embarcaciones implicadas, alguna de ellas con mucha historia.